Hoy tuve la suerte de comer con Ángel Simón, el Director General del Grupo Agbar. Creo que recordaré las 2 horas con Ángel Simón como una de esas clases magistrales de física que mi añorado profe Joan Torrents nos regalaba en aquellas largas tardes de séptimo de básica, y es que ha sido una verdadera gozada tener en primera persona a uno de los directivos más importantes de este país (sólo mencionar que Grupo Agbar está formado por 250 empresas y 30.000 empleados).
Entre otras confidencias, Ángel Simón confesó la necesidad de "tapar" el nombre "Aguas de Barcelona" en sus acciones por las Españas para driblar algunos absurdos reductos de boicot. Creo que una empresa de este calado debe ser valiente y promulgar la marca "Barcelona" a cuatro vientos, ser de Barcelona debe dejar de ser una lacra en nuestros currículums y convertirse en un verdadero sello de calidad con todas las connotaciones de diseño, creatividad e innovación que tanto se nos admira desde otros países. Grupo Agbar debe ser una empresa "tractora" de microempresas como la nuestra y lanzarnos al mundo con la marca "Barcelona" como bandera.
Grupo Agbar ha construido con valentía un edificio atrevido que cambiará para siempre el skyline de Barcelona, ojala la magia de la Torre Agbar cambie también la autoestima de esta maravillosa ciudad.
I love Barcelona.
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