Abro de nuevo los ojos y veo un tren qe se va, por la ventanilla veo dentro mi portátil y mis cosas que se van solas en este tren rumbo a Barcelona, miro a mi alrededor y leo en un cartel: "Estación Zaragoza Delicias", a mi lado una tripulante desesperada y una viejecita que llora, la misma viejecita a quién 3 minutos antes ayudé a bajar de este AVE que ahora se va sin esperarme ni a mí ni a la jefa de tripulación Vicky Ruiz que se había sumado a la ayuda.
No puedo describir la sensación de impotencia y desolación que he sentido al ver ese tren que se alejaba con todas mis pertenencias dejándome sin documentación y en mangas de camisa en los andenes de esta maldita estación. Calmar a la pobre señora maña me calma un poco a mí y con este ápice de calma me entrego a Vicky con la esperanza que arreglará esta jodida situación y me llevará a casita.
Cierro de nuevo los ojos, hoy es mi cumpleaños y quizás no sea tan malo bajarse hoy de la alta velocidad, aunque sea sólo por esta noche, detenerse para percibir los detalles, y descubrir pequeñas cosas...