Hoy se cumplen 2 meses de mis susto berlinés. Desde entonces, varias personas del entorno TMT Factory me han recriminado que documentara el famoso percance Alemán y me han recomendado por el bien de la empresa que deje de retransmitir mi vida personal. A partir de ahora trataré de ser más cauto con lo que cuento en mi blog y me lo pensaré 2 veces antes de vomitar aquí mis sentimientos.
De todos modos, me cuesta entender las derivadas negativas de explicar aquí las cosas personales que ocurren en mi vida, al fin y al cabo mi vida no debe ser demasiado distinta de la de los demás, con mis alegrías y mis penas, mis éxitos y mis fracasos, mis blancos y mis negros.
Para la tranquilidad de mis "asesores" debo decir que lo que pasó el pasado 7 de diciembre en Berlín no fue más que un susto que no afectó a mi salud. Estoy bien. Justo un mes después, el 7 de enero, llegué a la cima del Kilimanjaro y hoy 7 de febrero me acabo de cascar 20 Km entrenando para un maratón que sí o sí voy a correr. De la misma manera que sentí la necesidad de contarle a mi querido diario lo que pasó en Berlín, me apetece ahora contarle estas pequeñas aventuras y retos que dan sentido a gran parte de mi vida.
Seré más prudente, sí, pero quiero manifestarme totalmente a favor de las redes sociales, de facebook, de la web 2.0, de los blogs personales y de la transparencia con la que muchos directivos difunden su plano más personal. Y es que detrás de toda empresa hay personas, personas con sus cosas buenas y sus cosas no tan buenas. Y en TMT Factory, una empresa que conozco bastante bien, hay también personas, personas muy talentosas que configuran un equipo humano que es el principal activo de la compañía. Las últimas rondas de inversión dan a TMT un valor superior a los 20 millones de euros pero el valor de TMT sin sus personas es simplemente 0. Que nadie se olvide de esto.
Y efectuado este post reivindicativo escrito con mi puño más rebelde pero con la mejor de las intenciones y sin ánimo alguno de levantar polvo, me voy a tomar la libertad de publicar algunas fotos de la fantástica mañana de teatro que he pasado con mis sobrinos, unas maravillosas personas. Por cierto, la obra que hemos visto es "Pere i el Llop". Muy recomendable.