Hoy se cumplen exactamente 6 meses de mi susto Berlinés. En aquel 7 de diciembre, Silvia me tendió su mano izquierda y me sacó de una pesadilla. Y hoy, medio año después, para celebrarlo, Silvia me ha tendido su mano derecha y me ha sumergido en un sueño. Intuía que la Formentera de Silvia sería muy especial pero lo que no imaginé es que descubriría tantos placeres en tan poco tiempo: la puesta de sol en Cap de Barbaria, la luna llena en Blue Bar, el baño en Ses Illetes, el Pagel de Can Rafalet, la Caldereta del Molí de Sal y "muchas cosas más de ti aprendí...".
Este ha sido mi último fin de semana antes de partir a San Francisco y no consigo descifrar el misterio de esta despedida. Reencontrarme con Silvia para despedirme no se si es un Hola o un Adiós. Sensaciones agridulces al partir. Muchas lágrimas salaron hoy Ses Salinas. Canciones tristes de banda sonora: "Quina pena es desencís..." (Final Feliç), "You will forget about me when I'm on that plane..." (Summercat). Pero también circulan en mi cabeza bonitos versos de Benedetti: "se despidieron y en el adiós ya estaba la bienvenida". Y quizá, tal y como concluye el oportuno anuncio de Estrella: "lo bueno nunca acaba si hay algo que te lo recuerda".