Hoy se ha llevado a cabo una nueva edición de la Matagalls-Montserrat, la bonita caminata popular que tiene como reto cubrir los 84 kilómetros que separan las dos emblemáticas montañas en menos de 24 horas. No puedo describir la pena que me da no poder participar este año en el evento. Guardo grandes recuerdos de las anteriores ediciones en las que compartí camino, secretos y emociones junto a Jordi, un gran amigo que a cada paso se convirtió en mejor amigo. También echo de menos la impagable asistencia de Eli y Silvia durante toda la noche y su recompensa en la llegada.
Espero poder repetir la experiencia algún día, espero que Montserrat siga esperándome, dejé mucho sentimiento en el camino, en especial el pasado año que coincidió con la pérdida de la pequeña Nataly y logramos con Jordi la composición del “tu ets el camí”. Espero la espera.
Pero en ausencia de Montserrat, hoy he tenido el placer de caminar por los hills que hay cerca de Palo Alto. Debo agradecer muchísimo a mis amigos Katherine, Ariana y Karlis que me sacaran de casa y que compartieran conmigo un bonito hike que terminó en el mítico Alpine Inn. Esta auténtica posada no tiene el simbolismo de Montserrat pero es un sitio alucinante donde las mesas sirven para sentarse y la cerveza para compartir, todo un símbolo de que algo está cambiando.
Walker, the path doesn’t exist, it is made by walking.
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