Este fin de semana estuve en L'Empordà visitando a buenos amigos que viven por aquellas tierras tan auténticas. Siempre pensé que la gente de L'Empordà
está muy aferrada a su tierra, como sus olivos centenarios, quizá por
la fuerte tramuntana que suele soplar por la zona y que debe obligar a
fondear. Pero curiosamente algunos de los amigos que he visitado
estaban a punto de partir: Me encontré con una Gemma Falcó que se nos va a una India que lleva mucho tiempo esperándola (y esta India si es de melecontón) y a un Enric Pladevall preparando su nuevo gran proyecto en Singapur (y de Singapur a San Francisco ;)). Gente de mundo que verá mundo para volver a su mundo. De lo universal a lo ultralocal.
También estuve con Dídac Lee en el restaurante Shanghai que sus padres tienen en Figueres. Este es el mítico restaurante que tantas veces Dídac ha mencionado en sus artículos y que realmente es un referente en cuanto a la manera de emprender y a los valores que se transmiten. Fue un verdadero placer disfrutar de tanto sabor y tanto calor. Y a pasar de todo el ajetreo visto hoy por la zona, creo que Shanghai nunca se moverá de Figueres pues su alma ya está tan arraigada en L'Empordà como sus olivos centenarios.
Por cierto, mañana tendremos en Jam Session a 2 emprendedores “centenarios” ;)
También estuve con Dídac Lee en el restaurante Shanghai que sus padres tienen en Figueres. Este es el mítico restaurante que tantas veces Dídac ha mencionado en sus artículos y que realmente es un referente en cuanto a la manera de emprender y a los valores que se transmiten. Fue un verdadero placer disfrutar de tanto sabor y tanto calor. Y a pasar de todo el ajetreo visto hoy por la zona, creo que Shanghai nunca se moverá de Figueres pues su alma ya está tan arraigada en L'Empordà como sus olivos centenarios.
Por cierto, mañana tendremos en Jam Session a 2 emprendedores “centenarios” ;)