Many scientists warn that there is great possibility of a major earthquake in San Francisco;
it seems that small tremors are starting at the same fault that caused
the devastating earthquake of 1906 and the Pier 39 sea lions have
emigrated abruptly, as did the elephants in the cost of Thailand before
the tsunami. But here in San Francisco
people live very happy. I think the feeling that at any moment the
earth may swallow us, makes us San Franciscans live every day more
intensively.
Life is fleeting, here and anywhere in the world. The earthquake in Chile yesterday gave us a deathly shock and showed us that no matter where you are and what you do, you can go to hell at any moment, therefore we better live life at every moment. I learned this same lesson during my scare in Berlin; it was the cause for the celebration of my first birthday first birthday last December. And yesterday I had the opportunity to celebrate my actual birthday with wonderful displays of affection: a surprise party in my office, the song of Isaiah, Sue's video, Sil's tie, Sylvia and Chris' cake, Katherine's moon and many many calls and messages from people that I love with all my heart. Thank you all! I love you a lot!
I am grateful for everything I am living and I'm really happy to be able to share it. I want to share this happiness that I've experienced the last few days in this crazy adventure from Phoenix to San Francisco in which I have enjoyed many little joys in an unforgettable personal trip.
We must learn to live with the uncertainty that it all may end and live in the moment always looking forward. As Martin Luther King once said: "If I knew that the world would end tomorrow, would nevertheless plant a tree today." Today more than ever I have a lot of dreams to fight for, many challenges to meet, many roads to travel... and if the earthquake comes and takes me, I will take me happy, very happy because every day is a wonderful birthday gift.
Muchos científicos alertan de que hay muchísimas posibilidades de un gran terremoto en San Francisco, parece ser que se están iniciando pequeños temblores en la misma falla que causó aquel devastador terremoto del 1906 y las focas del Pier 39 han migrado repentinamente tal y como lo hicieron los elefantes de la costa Tailandesa antes de la llegada del Tsunami. Pero aquí en San Francisco la gente vive muy feliz. Creo que esta sensación de que en cualquier momento la tierra nos puede tragar hace que los San Franciscans vivan el día a día con más intensidad.
La vida es efímera aquí y en cualquier parte del mundo. El terremoto de ayer en Chile nos dio un susto de muerte y nos demostró que da igual donde estés y lo que hagas, en cualquier momento te puedes ir al carajo, por lo tanto más vale la pena vivir la vida a cada instante. Esta misma lección la aprendí en mi susto de Berlín y fue motivo de celebración de mi primer cumpleaños el pasado mes de diciembre. Y ayer pude celebrar mi cumpleaños real con muestras de cariño maravillosas: la sorpresa en la oficina, el video del team10, la canción de Isaiah, el vídeo de Sue, el nudo de Sil, los pasteles de Sylvia y de Chris, la luna de Katherine y muchísimos mensajes y llamadas de personas a las que quiero con toda mi alma. Gracias a todos!! Os quiero mucho!!
Estoy muy agradecido por todo lo que estoy viviendo y me siento realmente feliz de poder contarlo. Quiero compartir aquí la felicidad que he vivido los últimos días en esta loca aventura desde Phoenix a San Francisco en la que he disfrutado de muchísimas pequeñas alegrías en un “viaje” personal inolvidable.
Debemos aprender a convivir con la incertidumbre de que todo se puede acabar y vivir el momento sin dejar de mirar adelante. Como decía Martin Luther King: “Si supiera que el mundo se acaba mañana, yo, hoy todavía, plantaría un árbol”. Hoy más que nunca tengo un montón de sueños por los que luchar, muchos retos que cumplir, mucho camino por recorrer... y si viene el terremoto y se me lleva, se me llevará feliz, muy feliz, porque cada día es un maravilloso regalo de cumpleaños.
Life is fleeting, here and anywhere in the world. The earthquake in Chile yesterday gave us a deathly shock and showed us that no matter where you are and what you do, you can go to hell at any moment, therefore we better live life at every moment. I learned this same lesson during my scare in Berlin; it was the cause for the celebration of my first birthday first birthday last December. And yesterday I had the opportunity to celebrate my actual birthday with wonderful displays of affection: a surprise party in my office, the song of Isaiah, Sue's video, Sil's tie, Sylvia and Chris' cake, Katherine's moon and many many calls and messages from people that I love with all my heart. Thank you all! I love you a lot!
I am grateful for everything I am living and I'm really happy to be able to share it. I want to share this happiness that I've experienced the last few days in this crazy adventure from Phoenix to San Francisco in which I have enjoyed many little joys in an unforgettable personal trip.
We must learn to live with the uncertainty that it all may end and live in the moment always looking forward. As Martin Luther King once said: "If I knew that the world would end tomorrow, would nevertheless plant a tree today." Today more than ever I have a lot of dreams to fight for, many challenges to meet, many roads to travel... and if the earthquake comes and takes me, I will take me happy, very happy because every day is a wonderful birthday gift.
Muchos científicos alertan de que hay muchísimas posibilidades de un gran terremoto en San Francisco, parece ser que se están iniciando pequeños temblores en la misma falla que causó aquel devastador terremoto del 1906 y las focas del Pier 39 han migrado repentinamente tal y como lo hicieron los elefantes de la costa Tailandesa antes de la llegada del Tsunami. Pero aquí en San Francisco la gente vive muy feliz. Creo que esta sensación de que en cualquier momento la tierra nos puede tragar hace que los San Franciscans vivan el día a día con más intensidad.
La vida es efímera aquí y en cualquier parte del mundo. El terremoto de ayer en Chile nos dio un susto de muerte y nos demostró que da igual donde estés y lo que hagas, en cualquier momento te puedes ir al carajo, por lo tanto más vale la pena vivir la vida a cada instante. Esta misma lección la aprendí en mi susto de Berlín y fue motivo de celebración de mi primer cumpleaños el pasado mes de diciembre. Y ayer pude celebrar mi cumpleaños real con muestras de cariño maravillosas: la sorpresa en la oficina, el video del team10, la canción de Isaiah, el vídeo de Sue, el nudo de Sil, los pasteles de Sylvia y de Chris, la luna de Katherine y muchísimos mensajes y llamadas de personas a las que quiero con toda mi alma. Gracias a todos!! Os quiero mucho!!
Estoy muy agradecido por todo lo que estoy viviendo y me siento realmente feliz de poder contarlo. Quiero compartir aquí la felicidad que he vivido los últimos días en esta loca aventura desde Phoenix a San Francisco en la que he disfrutado de muchísimas pequeñas alegrías en un “viaje” personal inolvidable.
Debemos aprender a convivir con la incertidumbre de que todo se puede acabar y vivir el momento sin dejar de mirar adelante. Como decía Martin Luther King: “Si supiera que el mundo se acaba mañana, yo, hoy todavía, plantaría un árbol”. Hoy más que nunca tengo un montón de sueños por los que luchar, muchos retos que cumplir, mucho camino por recorrer... y si viene el terremoto y se me lleva, se me llevará feliz, muy feliz, porque cada día es un maravilloso regalo de cumpleaños.