Hoy me ha llegado mi iPad, mi nueva compañera de cama y de viaje con la que espero navegar por todo el mundo. Y una bonita sincronicidad ha hecho que precisamente hoy me llegaran por correo 2 libros analógicos muy especiales:
- “Geekonomía. Un radar para producir en el postdigitalismo.” de Hugo Pardo Kuklinski. Un magnífico trabajo disponible para descarga a través de un sistema de donaciones pero que Hugo me ha enviado en versión papel a mi domicilio de Palo Alto.
- “La Setmana Tràgica”. de Alexia Domínguez. La primera obra monográfica de mi amiga Alexia a quien tanto hecho de menos por nuestras disputas tecno-periodísticas en entrañables batallas en tmt que duraron más de 7 días.
Ya comentaré sendos libros una vez leídos pero vaya por delante mi más sincera enhorabuena a sus autores. A Hugo espero verlo de nuevo por Stanford asap y a Alexia espero encontrármela algún día por Arnoia con su flamante vespa roja.
Estoy totalmente a favor de la revolución del libro digital, ya aplaudí la apuesta de amazon por el kindle (con el que he pasado muchas noches apasionadas) y hoy me emociona usar el iPad para “leer” contenido mucho más multimedia y más interactivo. Pero uno debe escuchar las señales y estos dos libros analógicos que he recibido me dicen que a pesar de la vorágine tecnológica que se viene, siempre debe quedarnos tiempo y espacio para un par de libros de esos que inventó Gutenberg.
Alexia y Hugo, gracias por el regalo y gracias por poner un poco de madera a tanto acero. Y a “leer” que son dos días.
- “Geekonomía. Un radar para producir en el postdigitalismo.” de Hugo Pardo Kuklinski. Un magnífico trabajo disponible para descarga a través de un sistema de donaciones pero que Hugo me ha enviado en versión papel a mi domicilio de Palo Alto.
- “La Setmana Tràgica”. de Alexia Domínguez. La primera obra monográfica de mi amiga Alexia a quien tanto hecho de menos por nuestras disputas tecno-periodísticas en entrañables batallas en tmt que duraron más de 7 días.
Ya comentaré sendos libros una vez leídos pero vaya por delante mi más sincera enhorabuena a sus autores. A Hugo espero verlo de nuevo por Stanford asap y a Alexia espero encontrármela algún día por Arnoia con su flamante vespa roja.
Estoy totalmente a favor de la revolución del libro digital, ya aplaudí la apuesta de amazon por el kindle (con el que he pasado muchas noches apasionadas) y hoy me emociona usar el iPad para “leer” contenido mucho más multimedia y más interactivo. Pero uno debe escuchar las señales y estos dos libros analógicos que he recibido me dicen que a pesar de la vorágine tecnológica que se viene, siempre debe quedarnos tiempo y espacio para un par de libros de esos que inventó Gutenberg.
Alexia y Hugo, gracias por el regalo y gracias por poner un poco de madera a tanto acero. Y a “leer” que son dos días.