Vuelvo a casa. Tengo media hora de Caltrain y toca escribir algo sobre la derrota de hoy.
En primer lugar, felicidades a los aficionados del Real Madrid por la victoria en la Copa. Y lo digo con toda la sinceridad del mundo, me duele que mi equipo pierda un título pero me alegro por la alegría que están viviendo algunos amigos merengues a los que quiero mucho. Muchas felicidades chicos, a disfrutarlo!
Y debo decir que, a pesar de la derrota, me siento muy orgulloso de este Barça. Me siento muy orgulloso de como los jugadores han luchado con su fútbol hasta el final como unos campeones, de como han sabido perder y de como han felicitado a los ganadores. Y una vez más, me siento orgullosísimo de este maravilloso Mister que ha sabido cambiar por completo la mentalidad del equipo tras una primera parte desastrosa (esto sí es Leadership!).
Como punto negativo, me quedo con el desánimo de muchos aficionados culés que estaban en el campo y que se han derrumbado tras el gol del Madrid. Esto es muy propio de Can Barça, cuando todo va bien animamos como el que más, pero cuando el equipo nos necesita, nos venimos abajo y empiezan las críticas. Quedaban 18 minutos tras el gol de Ronaldo y tocaba animar a muerte hasta el final, al menos por respeto a los jugadores que se estaban dejando la piel en la cancha. En fin, hay mucho que aprender de aficiones como la del Betis. Visca el Barça manquepierda! ;)
Y ahora más que nunca, hay que animar a nuestro equipo y hay que seguir confiando en nuestro fútbol. Un equipo y un fútbol que maravilla al mundo entero. Y a propósito de ánimo y confianza. Aquí va mi compromiso: pase lo que pase, prometo animar a mi equipo en Wembley. Queda escrito.