Seguramente este post no gustará a los que están hartos de tanto fútbol y mucho menos a los que no sean del Barça. Pero éste es un blog personal en el que intento guardar las pequeñas cosas que voy viendo y hoy toca fútbol. Aunque pensándolo bien, lo que he vivido este fin de semana en Londres ni es una cosa pequeña ni se trata sólo de fútbol. No se trata sólo de fútbol cuando más de 20.000 personas se desplazan a otro país para animar a sus ídolos (algunos viniendo desde muy lejos ;)). No se trata trata sólo de fútbol cuando más de 100 millones de televidentes de todo el mundo se juntan para ver el partido, cuando algunos llegan a llorar de emoción y cuando muchos declaran tras esta victoria que han vivido el momento más feliz de su vida.
A muchos no les gustará el fútbol, pero es incuestionable la importancia que tiene este fenómeno en la sociedad. Por este motivo creo que es fundamental que los clubs transmitan buenos valores. Desde los jugadores a los directivos (y pasando por los entrenadores...), todos deben darse cuenta de la repercusión que tienen sus declaraciones y como se muestran ante la gente. Todos tienen que entender que se han convertido en ejemplos a seguir para millones de niños.
He tenido la suerte de poder vivir esta final de una manera muy intensa. He compartido la emoción y los nervios pre-partido con los aficionados. He disfrutado del partido desde el propio campo. He estado junto a los jugadores en la fiesta de celebración. Y esta inmersión tan profunda en todo lo culé, me ha confirmado que el Barça es realmente más que un club. Me siento muy orgulloso de los valores que se transmiten, especialmente de la humildad y generosidad de sus jugadores. Espero que La Masia siga formando jugadores grandes como los que he conocido hoy, personas extraordinarias que son la referencia para todos los chavales. Y espero que todos, directivos y aficionados, sepamos transmitir por el mundo estos mismos valores. La feina ben feta no té fronteres, ni te rival.